«Subir a un escenario es un acto que apuesta por la larga vida de un tipo de música y, quizás también, de un tipo de vida; es reafirmación y reconocimiento a una herencia que permaneció fértil gracias a manos sin nombre»
«Subir a un escenario es un acto que apuesta por la larga vida de un tipo de música y, quizás también, de un tipo de vida; es reafirmación y reconocimiento a una herencia que permaneció fértil gracias a manos sin nombre»